domingo, 22 de febrero de 2015

Solo en casa

Como podemos compaginar un trabajo con nuestra mascota

Adoramos a nuestros pequeños peludos, pero no podemos dedicarle todo el tiempo que quisiéramos, ya que debemos de asegurar nuestro día a día trabajando y llevando a casa el jornal necesario al menos para poder vivir con un mínimo de comodidad.



Yo tengo un perro labrador, suele estar solo en casa sobre unas siete horas continuadas; en mi caso, actúo normalmente, sabe que me voy porque se ha percatado de los horarios, y cuando sabe que se acerca la hora se dedica a hacer monerías y poner caritas que te dan ganas de comértelo a besos.


Al principio sufrió de ansiedad por separación, encontrándomelo al llegar a casa con heridas en las patas de mordérselas, en principio lo tuve en tratamiento con el veterinario, y luego, lo enseñé a quedarse solo y a esperarnos con ilusión.
Siempre le respetamos sus horarios de comida y de paseos principales, pero además cuando lo vamos a dejar solo, al salir lo premiamos con unas galletitas y nos vamos, cuando volvemos, lo primero que hacemos es sacarlo a la calle para jugar con él. Luego subimos a casa y lo mimamos y seguimos jugando, está deseando que nos vayamos para la vuelta que son los momentos que más le gusta de disfrutar con nosotros.



Hay perros que sufren cuando se quedan solos en casa, es muy habitual que suceda y debemos de saber como actuar.

Los canes con ansiedad durante la ausencia de sus dueños ladran se autolesionan, hacen sus necesidades en casa y destrozan muebles por el angustioso estrés que padecen. La ansiedad por separación en perros es un miedo exacerbado a la soledad y al alejamiento de sus dueños.


Pero, ¿por qué se produce la ansiedad por separación en perros? El miedo a alejarse de sus madres es natural en los cachorros: se trata de un mecanismo de defensa que evita que el pequeño cachorrito se aleje en exceso de su progenitora.
Los cachorros que son separados de su madre a una edad muy temprana suelen agudizar este estrés: se sienten desvalidos, fuera de protección. La cría de perro que aún no está preparada para el alejamiento de su madre puede desarrollar, como respuesta, un apego excesivo a su nueva familia humana. Este aprecio desmesurado del can por su amigo de dos piernas puede transformarse en una poco saludable falta de autonomía. La ansiedad por separación es un doloroso trastorno de conducta en el perro.


¿Cómo se si mi perro sufre ansiedad por separación?

Un can con ansiedad por separación es habitual que lo manifieste con destrozos en casa: mordiscos en cojines o arañazos en el sofá pueden ser avisos de que el animal adolece de un temor inusitado a la soledad.


Otras alertas que pueden revelar que el perro sufre el síndrome de la ansiedad por separación son los ladridos y lloros continuados, los arañazos en la puerta tras haber abandonado la casa o las defecaciones y micciones dentro del hogar.

Síntomas menos frecuentes en un animal que padece esta ansiedad son los vómitos y las diarreas durante la ausencia. Cuando la angustia es muy pronunciada, el perro puede incluso llegar a provocarse calvas y heridas en la piel (dermatitis), como consecuencia del lamido constante de determinadas zonas de su cuerpo.


Al sufrir de esta ansiedad, nuestro perro está temeroso y no es un animal feliz, pero podemos ayudarlo a que sea más independiente teniendo en cuenta una serie de factores.

Los perros suelen estar muy atentos a todas las señales que a sus dueños concierne, de esa manera al coger unas llaves, vestirnos para salir, el perro ya sabe que lo dejaremos solo. Es importante, que nuestro perro no identifique estas señales como algo malo.

El primer paso para evitar la ansiedad por separación es enseñarle que estos gestos no siempre van acompañados de una salida. Tomar las llaves en las manos mientras se descansa en el salón, y juguetear con ellas, vestirnos y jugar con él en casa sin ir a ningún lado. Yo suelo premiar a mi perro cuando me voy de casa y queda tranquilo. Las salidas de casa deben de ser cortitas al principio, para que luego sean cada vez más largas.



Un perro con la cabeza ocupada es un animal menos ansioso.

El ejercicio, los juegos mentales, así como las tareas encomendadas al peludo amigo, como transportar su propia mochila durante los paseos, sirven para ocupar la cabeza del animal y evitar su aburrimiento. De este modo, además, se reducirán algunos de sus problemas de ansiedad.

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Es importante respetar los horarios de las comidas y de los paseos, pues favorece que el perro recobre la serenidad. Estos cambios tratan de potenciar la felicidad de nuestro amigo y reducir la angustia que experimenta cuando llega el momento de la separación.


Y en caso de ser necesario someterlo a un tratamiento veterinario o del educador canino. La ansiedad por separación del perro puede agudizarse y convertirse en un problema de salud para el animal. El veterinario de confianza o educador canino será el mejor consejero en cada caso, ya que en ocasiones puede ser incluso preciso recurrir a algún tratamiento.

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